miércoles, 21 de octubre de 2015

ABC:Por primera vez abre al público la rampa imperial de Domiciano


La llamaban la puerta secreta de los emperadores. Por primera vez se ha abierto hoy la Rampa Imperial de Domiciano, el colosal corredor cubierto en el siglo I d.C. que desde el Foro Romanosube por las laderas de la colina del Palatino a lo largo de doscientos metros, con un desnivel de casi 40 metros. Servía para comunicar directamente entre el Foro Romano con la vía Sacra. Sin duda es un tesoro arquitectónico considerado único y excepcional por los arqueólogos. Se trata de una construcción ciclópea, descubierta en el 1900 y nunca abierto hasta hoy. La Rampa adquiere el nombre del emperador Tito Flavio Domiciano, que reinó desde el 81 al 96, siendo el último de los tres emperadores de la dinastía Flavia, tras su padre Tito Flavio Vespasiano y su hermano mayor Tito.

Domiciano ordenó construir la rampa como ingreso espectacular en el palacio imperial en el Palatino. Con sus techos extraordinariamente altos, el corredor da una idea de majestuosidad, que era precisamente lo que buscaba el emperador Domiciano.

Han sido necesarios cinco años para su restauración. Desde hoy el publico tendrá un nuevo lugar para admirar en los Foros Imperiales. La Rampa Domiciana se convierte en sí misma en museo, con la exposición de los hallazgos arqueológicos encontrados durante las excavaciones.

Estadio Domiciano

Domiciano fue descrito por fuentes clásicas como un tirano, cruel y paranoico, afirmaciones que tienen su origen en escritores que le fueron hostiles como Tácito, Plinio el joven y Suetonio. Esa imagen fue revisada en los inicios del siglo XX cuando su reinado volvió a despertar interés después de algunos descubrimientos arqueológicos y numismáticos, con una nueva evaluación de sus políticas militares, administrativas y económicas. Concibió su poder como una monarquía divina, y se embarcó en una serie de ambiciosos proyectos económicos, militares y culturales. Con ello pretendió el retorno de la gloria que adquirió el imperio con Julio César Augusto, el primer emperador romano (27 a. C. – 14 d.C). Su administración sentó las bases para una nueva época de prosperidad del imperio en el siglo II.

Entre sus obras cabe destacar el Estadio Domiciano, actualmente Piazza Navona. Fue el primer ejemplo de estadio de atletismo de piedra construido en Roma, un testimonio único de la historia del deporte. El Estadio Domiciano podía acoger a 30.000 espectadores, la mitad del Coliseo. Después de años de restauración, el Estadio Domiciano se ha abierto al público y hoy constituye un museo más de Roma.