domingo, 4 de octubre de 2015

Pompeya cubrió sus ventanas con “lapis specularis” de Cuenca


 Las minas de lapis specularis de la provincia de Cuenca abastecieron a la ciudad romana de Pompeya, según demuestran los análisis isotópicos realizados por la Universidad de Módena y Reggio Emilia.

Los profesores Stefano Lugli y Chiara Guarnieri afirmaron ayer en el transcurso del congreso El lapis specularis en el mundo romano. Un recurso patrimonial, turístico, geológico y medioambiental organizado por la UIMP, que la mayoría de las placas localizadas en el yacimiento arqueológico de esta ciudad -que los romanos empleaban a modo de vidrio para cubrir huecos y ventanas-, provenían de explotaciones de Cuenca.

Juan Carlos Guisado, uno de los directores del congreso y presidente de la Asociación Lapis Specularis, ampliaba esta información a La Tribuna explicando que los estudios, que se realizan «placa a placa» sobre todo el material conservado en almacenes desde 1900, permiten afirmar que, «aunque se abastecían de minas de Turquía, Chipre, Túnez e Italia, al menos en el caso de Pompeya, la mayoría de las placas son de origen conquense».

Pero la presencia de lapis specularis procedente de Cuenca no se limita a Pompeya. El profesor apunta que también se ha encontrado entre los restos de construcciones de otras ciudades del entorno del Vesubio como Herculano.

Guisado apunta que las conclusiones de estos estudios vienen a confirmar lo que ya todos los expertos suponían: la importancia de las minas de lapis specularis de la provincia de Cuenca. Y en este sentido, espera que sean un aliciente más para que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha solicite al Ministerio de Cultura que inicie los trámites pertinentes para que las minas sean declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco.

Inventario ‘On line’.

El director del congreso avanzó, por otro lado, que los equipos de investigación de la Universidad de Módena y Reggio Emilia y de la Escuela de Minas de Madrid harán un inventario on line para determinar la procedencia de todas las placas de lapis specularis que se encuentren por el mundo, lo que permitirá, entre otras cosas, saber cuáles eran los principales yacimientos que abastecieron al imperio romano.