viernes, 20 de noviembre de 2015

Abren al público la Rampa Imperial de Domiciano en el Foro Romano


La Rampa Imperial, construida por el emperador Domiciano en el siglo I de nuestra era para conectar su palacio con el Foro Romano -centro político y administrativo de la ciudad- fue abierta al público, a 115 años de su descubrimiento.

La Rampa funcionaba como imponente entrada a los palacios imperiales y su apertura es resultado de una larga obra arquitectónica y de restauración, dijo el superintendente especial para el Coliseo, Francesco Prosperetti al presentar el monumento a los medios.

“La Rampa, dentro del grandioso complejo de edificios construidos por el emperador Domiciano para celebrar su reinado, es un recorrido único en grado de emocionar a los visitantes que ahora finalmente podrán conocerla”, señaló.

Informó que la Rampa fue descubierta en 1900 durante excavaciones encabezadas  por el arqueólogo y arquitecto Giacomo Boni, aunque la restauración más reciente del área inició en 2009.

Las labores de reconstrucción también involucraron a la Aula de ingreso al complejo domiciano, que en el Medioevo fue transformada en el Oratorio de los 40 Mártires (uno de los primeros testimonios cristianos dentro del Foro Romano).

Asimismo, fueron restaurados el camino que va de la antigua calle del Vicus Tuscus (Vía Etrusca) al Aula y un portón adyacente.

Además, para los primeros meses de 2016 está prevista la reapertura del área que ocupaba el templo de Santa María Antigua, uno de los más antiguos lugares de culto católico dedicados a la Virgen, fundado en el siglo VI y sobre cuyas ruinas fue construida la iglesia de Santa María Liberadora, a su vez abatida tras el descubrimiento de Boni.

En ocasión de la apertura de la Rampa fue preparada una muestra en los espacios restaurados con algunas importantes piezas encontradas en esa zona del Foro Romano, incluidos restos de la decoración de la iglesia de Santa Maria Liberadora.

Las arqueólogas Patrizia Fortini y Claudia Del Monti, curadoras de la muestra, explicaron que la Rampa estaba compuesta por siete cuestas y seis retornos que se alzaban hasta los 35 metros de altura.

De las siete salidas originales, sin embargo, solamente se han conservado cuatro (accesibles al público en un recorrido que termina ante una excepcional vista del Foro Romano), pues las otras tres se derrumbaron durante un terremoto del siglo IX.

Pese a ello, dijeron las expertas, la Rampa pudo mantener por casi dos milenios su estructura de base y las obras de restauración y reconstrucción han involucrado solamente las áreas en las que se conservaron partes originales de la estructura.

Señalaron que todo el complejo reabierto respeta la orientación del Templo de Cástor y del resto de edificios conectados con la “Lacus Iuturnae”, la Fuente de Giuturna que en la Roma antigua dotaba de agua a sus habitantes.

Asimismo, en su recorrido la Rampa revela un refinado enlace con las vías públicas de la ciudad imperial, pues a su inicio se cruza con dos calles importantes, la vía Nova y el “Clivus Victorae”, un eje vial fundamental que atraviesa amplios trechos del Palatino, la colina donde, según la leyenda, fue fundada la urbe.