lunes, 7 de marzo de 2016

Roma: Termina la restauración. El Coliseo, libre de andamios tres años después


Los trabajos de limpieza y consolidación del Coliseo han concluido tres años después de su inicio. Pasarán sin embargo décadas antes de que la elipse exterior del monumento más visitado de Italia (6 millones de personas al año) deje de necesitar andamios. Los actuales estarán desmontados antes de Pascua. Mientras, puertas y rejas de hierro, al estilo antiguo, “estarán aquí a finales de febrero, de modo que podremos completar su instalación a lo largo de los 79 arcos”, anuncia el arquitecto Alex Amirfeiz, presidente de Aspera, la sociedad que en julio de 2014 sustituyó a Gherardi dando un importante impulso (doblando las fuerzas de trabajo) a las obras de la polémica. Sin embargo, nuevos andamios pronto rodearán otra vez el Coliseo.

Entretanto, en el interior, junto a una de las escaleras, está la zona de trabajo para la conservación extraordinaria de la parte superior de los muros, pagada por la Superintendencia Arqueológica. Y, sobre todo, para completar la financiación de 25 millones (22% de IVA) de Diego Della Valle (que para la fachada está desembolsando 6,5 millones), la zona de trabajo para la restauración de los subterráneos; y en el exterior, la zona de obras -que se llevarán a cabo casi al mismo tiempo- para la construcción del nuevo centro de servicios (con bar, aseos y librería) proyectado en el montículo de hierba junto al Arco de Constantino; Por último, como tercer paso, el andamiaje para la limpieza y la consolidación del travertino y los ladrillos de los corredores interiores.

Sí, porque ahora que los arcos, columnas, capiteles y pilastras exteriores están de vuelta para mostrar “todos los colores de la época, del dorado al rojo de los números impresos en las entradas, del marrón oscuro al negro de la pátina de oxalato aplicada para su mantenimiento”, en palabras de Rossella Rea, directora del monumento, salta a la vista la diferencia entre el negro y el oro, entre la suciedad y la luz. “¿Se cree usted que durante los trabajos de restauración dirigidos por Gisela Capponi, directora del Instituto Central, los 25 restauradores han encontrado un arreglo de los años 40-50 con betún? Sí, betún, para que el color estuviera en sintonía con el negro del travertino”, revela Rea.

Gaetano Correa, el capataz de las obras, desvela por su parte el trabajo en los tiempos de los Flavios. “Mis colegas del 80 d.C. estaban divididos en cuatro grupos. Trabajaron al mismo tiempo. Y hemos encontrado los puntos de encuentro de las construcciones de los cuatro equipos. Fue muy emocionante”.