lunes, 25 de julio de 2016

Momias egipcias halladas por investigadores españoles desvelarán cómo se vivía hace 3.800 en Asúan


Más de 300 restos humanos y varias momias intactas permitirán desvelar las condiciones de vida de las personas que vivieron en Asuán hace 3.800 años, según indican los últimos descubrimientos de un equipo de investigadores de la Universidad de Jaén que trabajan en lanecrópolis de Qubbet el-Hawa, al sur de Egipto.

El trabajo se desarrolla en la excavación de Qubbet el-Hawa, una necrópolis situada en Asuán, a mil kilómetros al sur de El Cairo. Un equipo multidisciplinar de arqueólogos, egiptólogos, antropólogos, carpólogos o expertos en semillas, químicos, restauradores o antracólogos o especialistas en maderas llevan ocho años descubriendo importantes hallazgos de la XII Dinastía faraónica, hacia el 1.800 antes de Cristo.

En declaraciones a Servimedia, el director de la misión arqueológica y doctor en Historia Antigua de la Universidad de Jaén, Alejandro Jiménez  (izquierda), señaló que “a este equipo se ha incorporado este año un arqueozoólogo belga, ya que en las excavaciones hemos encontrado varios restos de animales que sirvieron de ofrendas y entre los que hay bóvidos y tortuga del Nilo”.

En una de las seis tumbas en las que trabajan, este grupo de investigadores ha hallado este año la momia de una mujer llamada Sattjeni y que hace 3.800 años fue la hija y madre de importantes gobernadores.

El doctor Jiménez explicó que esta momia se encontraba dentro de dos ataúdes de madera de cedro del Líbano (derecha). “En el exterior aparecía inscrito su nombre pero sólo pudimos fotografiarlo durante cinco minutos, porque poco después se desintegró. Nunca había visto un ataúd tan deteriorado por las termitas, nuestro gran enemigo en la excavación. Incluso llegaron a devorar las vendas de la momia que eran de lino y celulosa, y ésta es uno de sus manjares preferidos”. 

En próximas campañas, este equipo tendrá que descubrir por qué estos insectos no tocaron el ataúd interior que se conserva en perfecto estado. “Algunas pistas podrían estar en los pigmentos con los que los artesanos de la época decoraban estos objetos, ya que hay cianuro en el color amarillo y es posible que las haya ahuyentado, pero nos queda investigar más a fondo”.

El descubrimiento de restos humanos y momias ayudarán a averiguar cómo eran las condiciones de vida de los antiguos egipcios hace casi 4.000 años. “Hasta el momento, hemos podido ver que algunos cráneos tienen ‘cribra orbitalia’ que son unos agujeros que aparecen en las órbitas de los ojos y que indican una falta de nutrientes por anemia debida al hambre o parásitos intestinales. Además, ya sabemos que en aquella época había malaria y descubrimos la momia de una mujer que murió por un cáncer de mama que la mantuvo postrada durante el último año de su vida por metástasis”. 

Esta misión arqueológica de la Universidad de Jaén forma parte de un programa de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad, y cuenta con la colaboración de la Asociación Española de Egiptología.