viernes, 19 de agosto de 2016

Localizan en aguas de Cabo de Palos un ancla que podría tener 2.000 años de antigüedad


La Guardia Civil, gracias a la colaboración ciudadana, ha localizado en aguas de Cabo de Palos (Cartagena) un ancla que, dada su antigüedad, podría corresponder a la época romana, de hace 2.000 años.De valor incalculable y declarado Bien de Interés Cultural, el cepo de plomo ha sido localizado por un ciudadano y extraída por submarinistas de la Benemérita en el marco de la operación Romano.La operación está enmarcada en el Plan para la defensa del Patrimonio Histórico Español, puesto en marcha por la Guardia Civil y que lleva consigo la realización de dispositivos específicos de servicio al objeto de incrementar la seguridad del Patrimonio Histórico Español y reducir la actividad delictiva en este sector.Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) iniciaron la operación cuando un ciudadano aficionado a la práctica de buceo informó de que había localizado sumergida una pieza arqueológica. Según los datos aportados por el ciudadano podría tratarse de parte de un ancla de la época Romana.

Así, dos embarcaciones se han desplazado hasta la zona indicada por el ciudadano, próxima a la Cala Escalerica de Cabo de Palos, donde tras una inmersión se ha hallado a unos 17 metros de profundidad la pieza arqueológica.Tras verificar que sólo se encontraba en el lugar la pieza hallada y no tratarse de un pecio con más restos arqueológicos, los buzos de la Guardia Civil la han extraído utilizando un globo con aire hasta una de las embarcaciones, siendo posteriormente trasladada hasta el puerto de la localidad donde efectivos del Seprona se han hecho cargo de la misma.Se trata de una pieza arqueológica que, a falta de un exhaustivo análisis, podría tener más de 2.000 años de antigüedad y correspondería a uno de los componentes de un ancla romana de madera, con una longitud aproximada de 50 centímetros y un peso cercano a los 40 kilos, al encontrarse compuesta de plomo con aleaciones de plata, entre otros metales.El cepo, que presentaba signos evidentes de corrosión debido a un largo periodo de inmersión, se situaba en sus orígenes en la parte superior de la caña con la finalidad de que el ancla no se posara horizontalmente sobre el fondo marino.En el caso de que un particular se apropiara indebidamente de un elemento de este tipo incurriría en una infracción grave, tipificada en el articulado de la Ley 4/2007, de 16 de marzo, del Patrimonio Cultural de la Región de Murcia, como el incumplimiento de la obligación de comunicar el hallazgo de restos arqueológicos y la entrega de los bienes hallados, que podría castigarse con sanciones de multa entre 100.001 hasta 200.000 euros.La Guardia Civil ha entregado el cepo recuperado al Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para su estudio, conservación y depósito en el Museo Arqueológico de Murcia.