miércoles, 30 de noviembre de 2016

National Geographic:Abre al público el Circo Máximo de Roma, donde se disputaban las carreras de carros


Roma ha recuperado uno de sus lugares más simbólicos: el Circo Máximo, la estructura para espectáculos más grande de la Antigüedad, conocida sobre todo por las carreras de carros en la Antigua Roma. El Circo Máximo, o Circo Massimo en italiano, se remonta a los orígenes de la ciudad: cuenta la leyenda que allí tuvo lugar el Rapto de las Sabinas, es decir, el secuestro de las más bellas mujeres sabinas durante unas pruebas deportivas y por parte de los fundadores de Roma. El área arqueológica del Circo Máximo ha abierto por primera vez al público tras la finalización de los trabajos de restauración y de excavación, que comenzaron en 2009.

El mayor circo de la antigua civilización romana, de unos 600 metros de largo y 140 de ancho, ha acogido todo tipo de eventos públicos a lo largo de la historia: competiciones hípicas, caza con animales exóticos, representaciones teatrales, ejecuciones, procesiones religiosas y triunfales... Por el valle pasó posteriormente un curso de agua conocido como Acqua Mariana, se convirtió en una zona de cultivos agrícolas y de molinos, en la propiedad privada de la familia Frangipane, en un cementerio judío y, a partir del siglo XIX, acogió un gasómetro, almacenes, manufacturas, empresas artesanales y viviendas.

La zona arqueológica del Circo Máximo se ha transformado en un museo al aire libre, con una terraza panorámica que permite contemplar el antiguo recinto alargado, partido en dos por una spina o muro central que estaba decorado con estatuas, templetes, estanques y dos grandes obeliscos egipcios que en el siglo XVI fueron trasladados a la Piazza di San Giovanni in Laterano y a la Piazza del Popolo. Los visitantes pueden acceder a las galerías que conducían a las gradas de la cávea y pueden observar lo que queda de las antiguas letrinas, tabernas romanas y lupanares, entre otras cosas.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Los foros romanos de Trajano y César abren de día y sin barreras arquitectónicas


Estos foros, enclavados en el corazón de la capital, únicamente podían ser visitados en las noches de verano, gracias a un recorrido audiovisual que explicaba el origen de estos dos importantes puntos de poder político y económico de la antigua Roma.

A partir de mañana podrán también visitarse con la luz del sol, de tal modo que el visitante podrá apreciar las columnas del Templo de Venus, imaginar aquellos imponentes edificios e incluso observar los restos de la sede de los “argentari”, los banqueros de la época.

El área arqueológica ha sido dotada además de una pasarela que permitirá a las personas discapacitadas disfrutar de la visita.

En este sentido el consistorio capitalino anunció que el próximo 3 de diciembre el área arqueológica abrirá sus puertas de forma exclusiva y gratuita para personas con discapacidades motrices, con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

Esta mañana se celebró el acto de reapertura y al mismo asistió la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, quien dijo que “es una gran emoción atravesar este maravilloso recorrido, rico de historia y de sugestión, y que ha permanecido cerrado durante demasiados años”.

“Sólo a través de la posibilidad de revivir estos lugares la gente puede darse cuenta de lo importante que es nuestro pasado para el presente y para el futuro”, sostuvo.

El foro de Trajano fue inaugurado en el año 112 d.C, un año antes de la célebre columna dedicada al emperador hispano, y el de César, el más antiguo, fue descubierto entre 1930 durante las labores de demolición de los edificios que ocupaban la actual Vía de los Foros Imperiales.

La reapertura de los foros se produce una semana después de que se permitiera el acceso al área arqueológica del Circo Máximo, cerrada desde el 2009.

domingo, 27 de noviembre de 2016

National Geographic:Abre al público la Casa de los Mosaicos Geométricos, una de las más grandes de Pompeya


La Casa de los Mosaicos Geométricos, una de las domus más grandes de Pompeya, ha sido reabierta al público tras la conclusión de los trabajos de restauración, según ha anunciado hoy la Superintendencia Arqueológica de Pompeya. La enorme vivienda, formada por la fusión de dos casas y con más de sesenta estancias, se remonta al siglo II a.C. y fue rehabilitada tras el terremoto del año 62 d.C., que precedió a la catastrófica erupción del Vesubio en el 79 d.C.

La Casa de los Mosaicos Geométricos se denomina así por la notable cantidad de mosaicos con formas geométricas que se han conservado, tanto monocromos blancos como en blanco y negro. Ubicada en la cuesta sur-oeste de la ciudad, en posición panorámica, posee un amplio atrio o patio con impluvium, que era un estanque para recoger el agua de la lluvia, y un tablinum o sala de recepción, desde el cual se accedía al pórtico y al amplio peristilo. La vivienda fue restituida enteramente a comienzos del siglo XX y ahora se ha restaurado completamente.

sábado, 26 de noviembre de 2016

El Mundo:Una ciudad y un cementerio de hace 5.316 años descubiertos bajo las arenas en Egipto


Un cementerio, un poblado y los restos de la vida diaria que hace 5.316 años transitó su callejero. Es el fascinante hallazgo firmado por un equipo de arqueólogos egipcios en las proximidades de un templo de Abydos, uno de los principales centros políticos del Alto Egipto situado a unos 500 kilómetros al sur de El Cairo."Es probable que la necrópolis y el poblado pertenecieran a altos funcionarios y supervisores de las tumbas reales y las estructuras mortuorias de los reyes de la primera dinastía de Abydos", ha explicado Mahmud Afifi, el jefe del departamento de antigüedades del ministerio de Antigüedades egipcio en un comunicado difundido este miércoles.El descubrimiento, que data de principios de la primera dinastía faraónica (3300-2850 a.C.), ha sido localizado a unos 400 metros del templo del monarca Seti I en Abydos, en la provincia sureña egipcia de Sohag, durante la excavación de una misión arqueológica egipcia.

En el entramado urbano, el equipo también ha rescatado algunas piezas de la vida de sus moradores como chozas, vasijas de cerámica, piedras o herramientas de hierro que -según la expedición- podrían pertenecer a los trabajadores a cargo de construir las tumbas reales. Su presencia demuestra la existencia de una ciudad habitada por los empleados. "El equipo ha logrado desenterrar 15 grandes tumbas de adobe que miden en algunos casos hasta 14 por 5 metros. Tienen diseños y estilos arquitectónicos diferentes", ha indicado el jefe del departamento de Antigüedades del Alto Egipto Hani Abu al Azm."Algunos enterramientos -ha agregado- tienen mayores proporciones que las tumbas reales de la primera dinastía que se hallan en Abydos, lo que demuestra la importancia de sus propietarios y de los cargos y la posición social que disfrutaban en este periodo temprano de la historia de Egipto". Precisamente el hallazgo puede arrojar luz sobre la renombrada Abydos, que en pleno y árido desierto albergó un cementerio para nobles en el período predinástico y se convirtió más tarde en la necrópolis de los primeros monarcas de Egipto.A juicio del director de la misión, Yaser Mahmud Husein, "algunas de las tumbas son únicas pues están formadas por más de una mastaba [edificación funeraria con forma troncopiramidal y de base rectangular]". "Llegan -añade- a tener hasta cuatro. Fueron empleadas en las tumbas de la primera dinastía en Saqqara [cerca de la actual ciudad de El Cairo] y luego en la tercera por lo que es la primera vez que se halla en la primera dinastía en Abydos".Abydos y su extenso complejo guardan aún secretos bajo sus arenas. En 2014 una misión de arqueólogos de la universidad estadounidense de Pensilvania, que ha horadado este terruño durante tres décadas, halló la tumba y el esqueleto del faraón Senebkay, un rey desconocido hasta ahora que gobernó hace 3.700 años, durante el decrépito y agitado segundo periodo intermedio (1800 a. C. a 1550 a. C.). Un año antes habían localizado la tumba del también rey Sobekhotep, formada por un enorme sarcófago de cuarcita y más de 60 toneladas.Todos los gobernantes de la primera dinastía fueron enterrados en Abydos. En la dinastía II, sin embargo, el cementerio real se trasladó por algún tiempo a Saqqara, donde los monarcas eran enterrados en sofisticados laberintos subterráneos con gran cantidad de cámaras y corredores. Los últimos reyes de aquella dinastía se reconciliaron con Abydos y la eligieron para iniciar su vida de ultratumba.

viernes, 25 de noviembre de 2016

National Geographic:Una tumba decorada con frescos sale a la luz en Jordania


Una espléndida construcción funeraria, fechada provisionalmente en el período helenístico o a comienzos de la época romana, ha salido a la luz durante la ampliación de la red municipal de alcantarillado en Beit Ras, la antigua Capitolias, situada en la Gobernación de Irbid, al norte de Jordania y cerca de la frontera con Siria. El complejo funerario consta de una cueva con dos cámaras funerarias, según ha revelado la Oficina de Turismo de Jordania en Amán.

La cámara funeraria principal está decorada con magníficos frescos y contiene un sarcófago de basalto con dos cabezas de león talladas en la roca. En su interior hay numerosos huesos humanos desperdigados. La segunda cámara funeraria, más pequeña, contiene dos sarcófagos sin objetos asociados.

Los frescos, en buen estado de conservación, muestran figuras humanas, caballos y escenas mitológicas que aportarán información sobre los ritos funerarios que se practicaban antiguamente. También aparecen representadas parras con uvas, que son un indicio de la vida agrícola y social de aquella época. Las inscripciones y las piezas halladas en las tumbas están siendo analizadas para conocer la época del complejo funerario y la identidad de sus ocupantes.

Lina Annab, la ministra de Turismo y Antigüedades de Jordania, ha visitado el sitio arqueológico y ha confirmado la reanudación de las excavaciones con fines turísticos. Munther Jamhawi, el director general del Departamento de Antigüedades, ha recordado que Capitolias, la moderna Beit Ras, era una de las diez ciudades situadas en los confines orientales del Imperio romano, conocidas con el nombre de Decápolis gracias a Plinio el Viejo.

jueves, 24 de noviembre de 2016

ABC:Encuentran una ciudad y un cementerio egipcios con más de 5.000 años de antigüedad


Un grupo de expertos egipcios ha descubierto un cementerio y una ciudad de 5.316 años de antigüedad, pertenecientes al inicio de la dinastía I faraónica (3300-2850 a.C.) en la provincia meridional de Sohag, ha informado este miércoles el Ministerio de Antigüedades.

Los vestigios han sido hallados a unos 400 metros al sur del templo del faraón Seti I, en la sureña ciudad de Abidos, ha explicado el director del departamento de Egiptología en el ministerio, Mahmud Afifi, en un comunicado. Además del cementerio, el grupo de expertos también ha encontrado un conjunto de chozas y utensilios de uso diario como vasijas de cerámica e instrumentos de piedra, lo que indica la existencia de una ciudad de los trabajadores encargados de la construcción de las tumbas faraónicas, se agrega en la nota.

Afifi ha destacado la importancia del hallazgo, ya que es posible que los descubrimientos «revelen nuevas informaciones de la historia de la ciudad de Abidos». Hasta ahora se han descubierto «quince tumbas enormes de adobe, con diferentes estilos y diseños arquitectónicos», ha indicado, por su parte, el jefe del departamento de Antigüedades del Alto Egipto (sur), Hani Abu al Azam, en la misma nota.

El tamaño de los sepulcros supera en algunas ocasiones al de las tumbas halladas de la zona de Abidos, «lo que denota la importancia, influencia y prestigio social de sus propietarios», ha agregado Al Azam. Por su lado, el jefe del misión arqueológica, Yáser Mahmud Huseín, ha indicado que «las tumbas (con forma de mastabas) son únicas en su estilo arquitectónico, ya que contienen más de un nivel llegando alguna a tener hasta cuatro».

Esto las distingue de otras, pues «es conocido que la primera aparición de los sepulcros construidos en forma de mastabas fueron en las tumbas y construcciones de la realeza de la dinastía I en Sakara, (cerca de El Cairo) y luego en la época de la dinastía III (2676-2556 a.C)». Esta es la primera vez que se descubren tumbas con forma de mastabas de la dinastía I en Abidos.

ABC:El más antiguo antecesor del Pensador de Rodin


Arqueólogos israelíes han descubierto recientemente cerca de Tel Aviv una cerámica única en su género de la Edad de Bronce, con una figurilla en su parte superior sentada y sumida en sus pensamientos, según indica la Autoridad de Antigüedades de Israel en una nota.

Este espectacular pensador que data de hace 3.800 años fue desenterrado en Yehud durante los trabajos previos a la construcción de edificios residenciales.

De 18 centímetros de altura, la cara de la figura esculpida descansa en su mano en actitud reflexiva. Es mucho menor y está sentado en una jarra, pero la imagen «se parece mucho a una versión cananea del Pensador de Rodin», destaca el diario Haaretz.

La cerámica es típica de la época y el lugar, pero no así la figura que la corona, probablemente de un hombre según los arqueólogos.

Gilad Itach, director de la excavación en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel, cree que el personaje fue añadido a la jarra después. «Parece que en un primer momento fue preparada la jarra, que es típica de la época y después se añadió la escultura única» dijo Itach.

El cuello de la jarra fue la base para formar la parte superior de la figura, a la que se añadieron los brazos, las piernas y la cara. Llama la atención el grado de precisión y la atención al detalle de la figura, inusual en esculturas en barro de hace 4.000 años. «Es impresionante», según Itach.

La pieza fue hallada junto a dagas, puntas de flecha, una cabeza de hacha y huesos de oveja y probablemente de burro. «Parece que estos objetos son ofrendas funerarias que fueron enterradas en honor de un miembro importante de la comunidad antigua. Era costumbre en la antigüedad creer que los objetos que eran enterrados junto al individuo continuaban con él al otro mundo», explica Itach.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

National Geographic:Cómo se criaba a los niños en la antigua Grecia


Los griegos de la Antigüedad se preocupaban por los niños desde el mismo momento en que la futura madre sabía o sospechaba que estaba embarazada. Para que el parto no tuviese problemas, el filósofo Platón recomendaba a las gestantes hacer ejercicio, mientras que su discípulo Aristóteles las animaba a alimentarse de manera adecuada. Llegado el momento del nacimiento, la costumbre griega prescribía que únicamente otras mujeres acompañasen a la parturienta.
En una comedia de Aristófanes titulada Asambleístas, la protagonista, Praxágora, justifica a su marido su ausencia en una determinada ocasión debido a que estaba ayudando a una amiga durante su parto. Era excepcional que un hombre –ni siquiera el esposo– estuviese presente en ese momento. En cuanto al lugar donde se daba a luz, el más adecuado era el gineceo o zona de la casa reservada a las mujeres, ya que solía ser la más resguardada y servía para mantener la privacidad del momento.

A los cinco días del parto se celebraban las Anfidromias, una fiesta familiar en la que el padre corría alrededor del fuego doméstico con su hijo en brazos, mostrándolo a sus parientes. Era entonces cuando le daba el nombre, que generalmente era el mismo que el del abuelo. Las familias más acomodadas organizaban unos días después una celebración más solemne, que incluía un banquete y un sacrificio.

Más tarde aún, en Atenas y en otras comunidades jónicas, tenía lugar la presentación en sociedad del recién nacido con motivo del festival de las Apaturias, que se celebraba anualmente hacia octubre o noviembre. Todos los ciudadanos varones se reunían en unas asociaciones hereditarias llamadas fratrías y, durante el tercer día de las Apaturias, los varones que habían nacido durante el último año eran registrados de forma oficial en presencia de los miembros de la fratría. No se sabe con certeza si las niñas eran igualmente registradas.

En la tradicional sociedad griega se valoraba más tener un hijo que una hija; el varón estaba mejor considerado porque se pensaba que podría ayudar a la economía familiar de forma más decisiva que una chica. Asimismo, en el mundo griego eran especialmente apreciados –se les consideraba un regalo divino– los hijos únicos, los primogénitos o los que nacían de padres mayores, puesto que estos últimos podrían estar atendidos por un familiar directo durante sus años de vejez.

En Atenas, hasta los seis años de edad niños y niñas pasaban la mayor parte del tiempo dentro del gineceo, en compañía de las mujeres de la casa. Platón dedicó cierta atención a escribir sobre los juegos infantiles, ya que pensaba que tenían una gran importancia para moldear la personalidad y el desarrollo del talento individual. Recomendó, por ejemplo, que un niño que en el futuro tuviese que ser campesino o albañil practicase con juguetes relacionados con su actividad como adulto. Por su parte, Aristóteles recomendaba que los niños que todavía estaban con las mujeres en el gineceo no recibiesen ninguna enseñanza ni realizasen esfuerzos físicos; en lugar de eso, había que animarlos a que sus juegos "imitasen las actividades serias de la vida futura". Sin embargo, esta estricta educación moral no era la regla.

Los niños griegos se entretenían con los típicos juegos infantiles, como el de "la gallinita ciega", que los griegos llamaban "la mosca de bronce". En él, el niño que tenía los ojos tapados había de atrapar a sus compañeros al tiempo que decía: "Voy a cazar una mosca de bronce". Los amiguitos lo rodeaban dándole manotazos y gritando: "Vas a cazar, pero no pillarás nada".

La autoridad del padre
Las madres desarrollaban una relación muy estrecha con sus hijos, pues eran ellos los que justificaban su papel en la comunidad familiar. Eso no significa que pecaran de "sobreprotectoras". En el caso de Esparta, las madres presionaban a sus hijos a que cumplieran sus deberes militares hasta la muerte; "[vuelve] con él o encima de él", les decían al entregarles el escudo antes de partir hacia el combate; quizá por eso las nodrizas espartanas eran muy apreciadas en toda Grecia.

En cambio, la relación con el padre era más distante. No es casual que éste llamara al hijo pais, el mismo término que se utilizaba para los esclavos, reflejo de la autoridad absoluta que el padre de familia ejercía sobre su heredero; las mujeres, en cambio, llamaban a sus hijos teknon, "criatura". Con el tiempo, sin embargo, la disciplina paterna se hizo bastante laxa. Por ejemplo, hacia 420 a.C., en la comedia Las nubes, de Aristófanes, se presentaba a un anciano llamado Estrepsíades que se quejaba de que su mujer lo estaba arruinando por permitir que el hijo de ambos comprase caballos extremadamente caros.

Por otra parte, a partir de los seis o siete años los niños empezaban a ir a la escuela y quedaban entonces bajo la autoridad de un tutor o "pedagogo", aunque hubo escritores, como Jenofonte y Plutarco, que recomendaron que se contratase a estos pedagogos tan pronto como finalizase la lactancia y el pequeño comprendiese el habla. El pedagogo acompañaba al niño a la escuela, pero a menudo también ayudaba en la formación del pequeño. Plutarco señaló que el pedagogo ideal tenía que ser serio, digno de confianza, griego y sin defectos físicos, pues decía que "si vives con un lisiado, aprendes a cojear".

Niños divinizados
Es destacable el papel que los niños tuvieron en la religión griega, sin duda porque simbolizaban la pureza y este valor era fundamental para entrar al servicio de un templo. Los coros infantiles fueron un elemento fundamental dentro de las celebraciones religiosas; diez coros de cincuenta niños cada uno competían en las representaciones de coros ditirámbicos en el festival ateniense de las Dionisias urbanas.

En ciertos cultos los niños llegaron a servir como celebrantes; sabemos que tanto en Patras como en Egira, la sacerdotisa de Artemisa debía ser una doncella por debajo de la edad de contraer matrimonio, y en Egio, en el Peloponeso, el sacerdote de Zeus era elegido, en origen, entre los niños que habían ganado un concurso de belleza. Junto a la pureza y a la belleza, el hecho de ser niño solía conllevar otro beneficio ritual dentro de la religión griega: no estar contaminado con la cercanía de la muerte. Por ese motivo, los niños que cortaban las ramas de los olivos sagrados con que se confeccionaban las coronas de los vencedores olímpicos eran amphithaleis, es decir, aquellos cuyos padres no habían fallecido y mantenían, por tanto, el favor divino.

Algunos niños fallecidos en tierna edad fueron venerados en calidad de héroes, seres intermedios entre los dioses y los mortales. Como tales, se les atribuían grandes poderes, quizá porque habían fallecido mucho antes de la edad natural y habían adquirido así un carácter vengativo, como demuestran las tablillas de execración en las que eran invocados. Pausanias narró la historia de Sosípolis, un héroe-bebé que ayudó a los eleos cuando fueron atacados por los arcadios, pues su madre, movida por las visiones que había tenido en sueños, lo entregó a los generales eleos para que lo pusieran a la cabeza de su ejército. Cuando se acercaron los arcadios, Sosípolis se convirtió en serpiente y los puso en fuga.

martes, 22 de noviembre de 2016

ABC:La «Damnatio memoriae», el infame castigo del Imperio romano a no haber nacido nunca


Los romanos reverenciaban a sus ancestros, decoraban sus villas con episodios heroicos de los más eminentes y velaban porque los apellidos fueran legados de generación en generación, aunque hubiera que recurrir a hijos adoptivos para salvarlos. La memoria familiar era uno de los ejes de la sociedad romana, hasta el extremo de la condenada al olvido se situaba en la cúspide de los castigos más crueles. Los romanos imaginaban la historia de la humanidad como un lugar cuyas páginas más oscuras podían, simplemente, ser arrancadas y sustituidas por nuevas.

El nombre moderno de este castigo «Damnatio memoriae» significa literalmente «condena a la memoria». Es decir, condenado a no haber existido nunca. Se trataba de un castigo reservado para determinadas personas que los romanos querían borrar por completo de cualquier forma de recuerdo, ya fuese en textos, grabados, murales, estatuas e incluso música popular

Este castigo del período imperial, no en vano, tenía su origen en varios mecanismos para provocar la muerte civil en tiempos de la República. Entonces existían la «abolitio nominis», que prohibía que el nombre del condenado pasara a sus hijos y herederos, y la «rescissio actorum», que suponía la completa destrucción de su obra política o artística. Ese fue el caso de Marco Antonio, cuyas estatuas fueron derribadas a su muerte por orden de su último enemigo, César Augusto, según Plutarco:

«Sus estatuas fueron derribadas: pero las de Cleopatra se conservaron en su lugar, por haber dado Arquibio, su amigo, mil talentos a César, a fin de que no tuvieran igual suerte que las de Antonio».

Emperadores contra el Senado, la venganza
No fue hasta el Imperio romano cuando se llegó a un nuevo nivel de perfección en el borrado de la memoria. El «damnatio memoriae» era una herramienta legal al alcance del Senado y una forma de que la aristocracia se cobrara su venganza contra los abusos del Emperador una vez hubiera fallecido. El proceso solía ir acompañado de la confiscación de los bienes del difunto «damnificado», el destierro de su familia y la persecución y exterminio físico o moral de sus partidarios. Además se decretaban anuladas las leyes que hubiera sacado adelante o éstas se le achacaban a sus sucesores.

No obstante, la mayoría de estas condenas fueron consecuencia de las represalias de los nuevos Emperadores, en su mayoría responsables de la muerte de sus antecesores, y de su afán de consolidarse en el poder. Así fue el caso de Publio Septimio Geta, hermano menor de Caracalla, que fue asesinado por su hermano y posteriormente recibió el infame castigo. Muchos de sus seguidores fueron asesinados y su legado borrado del mapa. Por su parte, a la muerte Maximiano, en el año 310, su sucesor impulsó un damnatio memoriae por el que se ordenó la destrucción de cualquier elemento público que le hiciera alusión.

De otros emperadores se conocen procesos directamente vinculados con su mala relación en vida con el Senado. Por ejemplo, a la muerte de Domiciano, el Senado emitió la condena y autorizó que sus monedas y estatuas fueron fundidas, sus arcos derribados y su nombre eliminado de todos los registros públicos. En este mismo sentido, Nerón fue declarado «enemigo del Estado» por el Senado aún antes de su muerte y varias de sus representaciones destruidas.

De Cómodo, el Emperador gladiador, el Senado decretó su damnatio memoriae tan solo un día después de ser ahogado en el baño por uno de sus libertos. Aquella condena le convirtió en enemigo público, ordenando el derribo de sus estatuas y la eliminación de su nombre de los registros públicos.

En el otro extremo, cabía la posibilidad de que el Senado se reuniera para elevar a la categoría de divino al emperador fallecido. El Apoteosis era el equivalente de reconocer que el Emperador estaba en proceso de «ascender al cielo de los dioses». En este caso el personaje pasaba a ser reconocido como un dios –véase el caso del divino Julio César o el augusto Octavio– se celebraban lujosos funerales en su honor, se le erigían templos e incluso se les reconocía como un astro del firmamento (catasterismo).

Más allá de los altares y los tronos, esta condena también iba dirigida a ciudadanos corrientes que hubieran cometido crímenes especialmente censurables, sobre todo aquellos relacionados con la traición al Emperador o al Senado. Tal fue el caso de Lucio Elio Sejano, favorito de Tiberio, al que se le acusó de liderar un amplio complot contra su soberano. O el caso del ex cónsul y gobernador Cneo Calpurnio Pisón en 20 d.C., quien se suicidó tras ser responsabilizado de la muerte de Germánico. A consecuencia de ello, el Senado dictó un senadoconsulto que proponía borrar su nombre de los documentos oficiales y confiscar sus bienes.

En este sentido, las conocidas como «damnationes minores» podíar ser establecidas por senados locales, de alcance mucho más limitado y cuyas razones rara vez tenía que ver con motivaciones políticas.

Del Antiguo Egipto a la Edad Media
No fueron los romanos los primeros ni lo últimos en atentar contra la memoria. Se sabe que los asirios, los hititas, los babilonios, los persas y después los egipcios (véase el ejemplo de Hatshepsut o Akenatón «El faraón hereje») ya había aplicado penas similares a los romanos. En muchas de estas culturas quienes no tenían nombre no podía existir y, por lo tanto, borrar el nombre de un personaje del recuerdo suponía impedirle disfrutar de una vida en el más allá.

Siguiendo con la tradición romana, en la Alta Edad Media, el Papa Esteban VI ordenó que el cadáver del Papa Formoso fuera exhumado para someterlo a un juicio por sus pecados. Además de borrar su legado y anular sus decisiones como pontífice, el nuevo Papa orquestó la espeluznante escena de juzgar a un cadáver en avanzado estado de descomposición, en lo que hoy es conocido como el Sínodo del Terror.

Otros muchos personajes históricos han aspirado a borrar de un plumazo todo rastro de sus rivales. Todavía en el siglo XX varios dictadores han impuesto borrados colectivos, «vaporizaciones», diría George Orwell en su novela «1984». Sin ir más lejos, el régimen de Stalin prohibió toda mención de los nombres de sus enemigos y eliminó a éstos de la prensa, libros, registros históricos, fotografías y documentos de archivo. La lista de «personajes incorrectos» afectó a León Trotsky, Nikolái Bujarin, Grigori Zinóviev y a otros líderes políticos que fueron cayeron en desgracia a ojos del dictador.

La cuestión es ¿tuvo alguna vez éxito pleno estas condenas? ¿Alguien ha logrado borrar todo rastro de un personaje a lo largo de la Historia? Evidentemente sería imposible saberlo. Si funcionó y consiguieron borrar la memoria de un personaje o pueblo sería hoy un desconocido. Sin embargo, la experiencia de miles de años ha demostrado que se necesita algo más que recortar una fotografía o romper una estatua para eliminar un legado vital. Resulta una tarea sumamente difícil la de destruir en tantos trozos a sus enemigos.

lunes, 21 de noviembre de 2016

ABC:Egiptólogos españoles descubren un cartonaje de momia ricamente decorado en Lúxor


Del sarcófago apenas quedaba nada, comido por las termitas. Y sin embargo en el estrecho nicho descansaba, perfectamente conservado pero frágil como una cáscara de huevo, un cartonaje ilustrado con bellas imágenes: símbolos solaes, la cobra y las diosas protectoras Isis y Neftis. El equipo de la egiptóloga española Myriam Seco halló esta semana la tumba, datada hacia el Tercer Periodo Intermedio y con su particular huevo de pascua, en el muro perimetral del templo funerario de Tutmosis III en Lúxor, donde excavan desde hace ya nueve años.

«Se llevarán a cabo mayores investigaciones para establecer la cronología de la tumba», ha anunciado hoy Mahmoud Afifi, director del Departamento del Antiguo Egipto en el Ministerio de Antigüedades. Las primeras valoraciones de Seco sitúan la pieza y el enterramiento a comienzos del Tercer Período Intermedio, en torno a los siglos XI o X a.C., lo que correspondería a la 21 o 22 Dinastía faraónica. La tumba sería por tanto muy posterior a la construcción del Templo de Tutmosis III.

«Retrasa tu visita unos días, creo que hemos encontrado algo», escribió Seco a ABC. Según explicó la directora de la excavación, su equipo encontró la tumba mientras limpiaban de arena y piedras el trazado del muro exterior del templo funerario del faraón, de la XVIII Dinastía. Se trataba de una fosa no muy profunda con una cámara adyacente. El deteriorado estado del sarcófago ha impedido que fuera recuperado, mas el cartonaje, una suerte de «funda» que envolvía a la momia y se popularizó a partir del Primer Periodo Intermedio, «se encuentra en buen estado de conservación».

Policromía preciosa para una tumba humilde

Javier Martínez Babón, parte del proyecto Tutmosis III, ha resaltado a ABC la riqueza del cartonaje, que conserva «una policromía preciosa» y que «no se corresponde con la sencillez de la tumba». Según Babón, su calidad apunta a alguien no de la nobleza cercana al faraón, pero con cierta holgura económica. Gracias a los detalles de la pieza funeraria, se han identificado el nombre y el título del personaje, un funcionario «Sirviente de la Casa Real» que respondía al nombre de Amon Renef. Como era costumbre, sobre el cartonaje de lino y otras telas endurecidas se pintaron motivos religiosos y místicos, como los cuatro hijos de Horus, cuyo cometido era proteger las vísceras del difunto.

Para proteger la frágil estructura, el equipo de arqueólogos de Seco la envolvió primero en gasas y luego la acomodó entre espuma. En una operación llena de tensión en la que ABC estuvo presente, dos arqueólogas lograron cerrar un cajón entorno a la momia y el cartonaje, para después extraerlo del nicho.

Una vez rescatada de la pequeña tumba, el equipo español procederá a su estudio. «Sería interesante hacerle un escáner rayos X para observar la momia» en el interior de la pieza funeraria, comenta Seco, además de restaurar el cartonaje para reforzar su integridad.

La tumba, que esta vez ha dado un «interesante descubrimiento» en palabras de Seco, es la número 24 entontrada bajo el Templo de Tutmosis III, donde también se ha descubierto una necrópolis con fosas más humildes u otras dos tumbas de una necrópolis tardía, sobre las que el equipo, con espónsores como la Fundación Botín, Banco Santander, Cemex y Caja Sol, continúan trabajando.

viernes, 18 de noviembre de 2016

National Geographic:Excavan una opulenta villa romana en Francia


Una opulenta villa romana, con amplios baños privados, ha salido a la luz en Langrolay-sur-Rance, en la Bretaña francesa, según ha anunciado el Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP). Las excavaciones arqueológicas comenzaron el pasado mes de julio y ocupan una planicie de 2,3 hectáreas junto al río Rance y entre viviendas modernas con tejados de pizarra y mansardas. La extensa villa romana, construida en el siglo I d.C. y en uso al menos hasta el siglo IV d.C., contiene elementos habituales de nuestra época: piscinas, monedas e incluso una llave, probablemente perteneciente a un armario o un cofre.

La propiedad galo-romana tenía tres partes diferenciadas, rodeadas de jardines: una vivienda con un patio central porticado, una zona privada de baños y un establo. La zona de baños se ha conservado de forma excepcional: se distinguen claramente las piscinas de agua fría y agua caliente y un pediluvium para el lavado de los pies o simplemente para relajarlos. En la piscina de agua caliente se conserva una parte de la suspensura, un pavimento suspendido situado sobre el hypocaustum, la zona por donde circulaba el aire caliente, es decir, un sistema de calefacción del suelo que se utilizaba en la época. Los arqueólogos creen que la villa perteneció a un personaje ilustre que ostentaba un cargo político, probablemente del pueblo galo de los coriosolites.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Reanudan la excavación de las termas romanas


Los trabajos de excavación en el complejo termal de Torreparedones se han reiniciado estos días con los peones del plan municipal de solidaridad del Ayuntamiento de Baena. Este verano el curso de arqueología estuvo centrado en estas termas romanas, compuestas por tres grandes salas delimitadas por potentes muros de mampostería trabada con mortero con pavimentos de opus tessellatum y de opus signinum. En total se han excavado hasta la fecha unos 250 metros, pero está pendiente de resolverse aún la documentación completa de los pavimentos de las tres salas, el acceso a la sala fría y también la existencia del espacio destinado a hacer ejercicio físico. El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, recuerda que estos son los terceros baños que se han documentado en Torreparedones. 

miércoles, 16 de noviembre de 2016

National Geographic:Descubierto un esqueleto de época etrusca con grilletes en los tobillos


En el golfo de Baratti, uno de los sitios más bonitos de Italia, ha sido excavada una de las tumbas más funestas de los últimos tiempos. El pasado 3 de noviembre, un equipo arqueológico de la Universidad de Milán desenterró un esqueleto de época etrusca que tenía grilletes en los tobillos y bajo la nuca mostraba rastros de un objeto, quizá de madera, que debió de estar unido a un collar de hierro hallado junto al cráneo. El emplazamiento, una magnífica ensenada en la Toscana, corresponde a la necrópolis de Populonia, uno de los lugares más importantes de la misteriosa civilización etrusca.

El individuo, probablemente un esclavo joven, "fue enterrado junto al mar en la gran necrópolis de Populonia, provista de túmulos y otras estructuras monumentales y que ocupaba toda la parte central del golfo de Baratti, al menos desde el siglo VII a.C.", explica Giorgio Baratti, el director de las excavaciones, a National Geographic. "El hallazgo, totalmente excepcional, se encontraba en una zona 'normal', con sepulturas de ciudadanos que, aunque no eran muy ricos, no presentaban daños o lesiones y, por tanto, tendremos que razonar con calma sobre la presencia de esta sepultura, que parece integrada en el espacio funerario", observa Baratti.

La tumba de los grilletes, como ha sido bautizada, ha sido fechada en una época anterior a la segunda mitad del siglo IV a.C., quizá entre el siglo VI y el V a.C., según Baratti. Esta datación ha sido posible gracias a otra tumba excavada el año pasado justo encima, en un nivel superior, y cuyo ajuar funerario data efectivamente de la segunda mitad del siglo IV a.C.

martes, 15 de noviembre de 2016

Amon Renef dormía junto al templo del faraón


Mientras en Egipto la atención mediática se centra en los misteriosos espacios desconocidos de la Gran Pirámide y en la tumba de Tutankamón, sin que acabe de hacerse luz sobre ellos, el paciente y a menudo silencioso trabajo de los arqueólogos continúa en los yacimientos que se extienden por todo el país. Esa labor meticulosa produce descubrimientos que hacen avanzar el conocimiento científico del Antiguo Egipto y a veces también hallazgos espectaculares. Es el caso del enterramiento hallado por la misión que dirige la egiptóloga sevillana Myriam Seco en el yacimiento del templo funerario de Tutmosis III en la gran necrópolis tebana, en la orilla oeste del Nilo en Luxor.


En el exterior del muro perimetral del templo del poderoso faraón guerrero (conocido como “el Napoleón egipcio”), en la zona sur, los arqueólogos han excavado en un pozo de poca profundidad un nicho que albergaba un sarcófago de madera en cuyo interior se encontraba la momia dentro de un hermoso cartonaje antropomorfo, un ataúd de cartón pintado. El sarcófago, atacado por las termitas, presentaba graves daños en su parte central y no ha podido ser recuperado en su totalidad, ha explicado a este diario desde Luxor Myriam Seco. Sin embargo, el cartonaje “se encuentra en buen estado de conservación y permite observar bellas imágenes dotadas de un impresionante colorido”.

Los científicos han identificado en el cartonaje y en los restos del sarcófago el nombre y el título del personaje que fue enterrado: el funcionario Amon Renef, Sirviente de la Casa Real. Estudios preliminares sitúan el enterramiento a comienzos del Tercer Periodo Intermedio, en torno a los siglos XI o X antes de Cristo.

Entre los elementos religiosos y simbólicos que presenta el ataúd de cartonaje policromado figuran el disco solar y la cobra, las diosas protectoras Isis y Neftis con las alas desplegadas, los cuatro hijos de Horus, que custodiaban las vísceras del difunto, y halcones protectores con las alas también desplegadas.

En cuanto a la momia, “la estudiaremos la semana próxima con escáner y rayos X para identificar sus rasgos físicos y tratar de dilucidar la causa de la muerte, así como determinar si lleva joyas y amuletos”. El enterramiento no incluía más ajuar que el sarcófago de madera y el cartonaje policromado.

El hallazgo se enmarca en la novena campaña de trabajos en el templo de Tutmosis III que persigue el doble objetivo de rehabilitar el recinto –dejado de la mano de Dios durante mucho tiempo- para hacerlo inteligible y mostrar su esplendor original, y excavar el área, que está llena de tumbas de pozo correspondientes a diferentes periodos.

“Sabíamos que el templo fue construido sobre una necrópolis anterior, del Reino Medio, con gente de alto rango social”, ha explicado Seco. “hace dos años encontramos otra necrópolis junto al muro norte, correspondiente a gente humilde, también anterior a la edificación del templo. Y al final de la temporada pasada, al oeste del recinto, dos tumbas de época tardía. Ahora aparece esto, al sur, que demuestra que una vez el templo quedó abandonado y en ruinas y se siguió usando como necrópolis”.

El yacimiento, subraya Seco, ha demostrado, como se ve, poseer una riqueza arqueológica extraordinaria, que abarca un arco cronológico superior a los 1500 años y aporta materiales e informaciones de las dinastías XI, XII, XVIII y XIX, así como de principios del Tercer Periodo Intermedio y la Época Baja. La misión, fruto de la cooperación entre el Ministerio de Antigüedades Egipcio y la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, la financian la Fundación Botín, el Banco de Santander, Cemex y Cajasol.

Sobre la situación actual en Luxor, Myriam Seco dice que parece mejorar el turismo. “Se mueve algo, y hay más esperanza. Vemos pasar más autocares”. En cuanto a las misteriosas cámaras secretas de la tumba de Tutankamón –en el Valle de los Reyes, cerca de donde trabaja la egiptóloga-, “no parece haber novedades, la investigación está paralizada, pero dará que hablar”.

lunes, 14 de noviembre de 2016

La excavación del Turuñuelo sacará a la luz el mayor yacimiento de Tartessos


La excavación arqueológica del Turuñuelo, situada en las proximidades de Guareña (Badajoz), en el Valle del Guadiana, permitirá sacar a la luz el mayor yacimiento de la cultura tartésica, la mítica civilización prerromana que ocupó hace 2.500 años el suroeste de la Península Ibérica.

Esto es algo que tiene muy claro el director del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) y uno de los responsables de la excavación, Sebastián Celestino, quien ha destacado que el estado de conservación del Turuñueño es "magnífico", con "paredes encaladas y bien lucidas de hasta dos metros y medio de altura".


Celestino, responsable también de la excavación del santuario de Cancho Roano, situado a diez kilómetros de la localidad pacense de Zalamea de la Serena y hasta ahora considerado como el yacimiento tipo del mundo tartésico en Extremadura, ha explicado que el Turuñuelo es el "triple de grande", pues se calcula que tiene una hectárea de extensión.

Si en Cancho Roano aparecieron más de 30.000 piezas arqueológicas, la riqueza del nuevo yacimiento de Guareña, que este verano ha vivido su segunda campaña de excavaciones, puede ser incalculable y arrojará mucha luz sobre la enigmática civilización de Tartessos.

Ubicado entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, el reino de Tartessos, surgido de la unión de fenicios e íberos y con "un sabor mediterráneo muy fuerte", sufre una profunda crisis en el siglo VI que le hace emigrar hacia una zona rica y más protegida, como el Valle del Guadiana, donde están localizados unos 12 yacimientos de esta civilización.

Según el director del Instituto Arqueológico de Mérida, este pueblo ha dejado sus vestigios más importantes en Extremadura, porque cuando empiezan a ser invadidos por los pueblos del norte, por los celtas, "entierran y sellan sus lugares sagrados para que no sean violados", de ahí la magnífica conservación de yacimientos como Cancho Roano y el Turuñuelo.

En éste último, lo excavado hasta ahora, que "es muy poquito", ha sacado a la luz un habitáculo de unos 70 metros cuadrados que era el espacio de culto del enclave, "con un altar en el centro, bancos corridos" y una bañera, considerada como uno de los hallazgos más extraordinarios de la excavación, un elemento "hasta ahora desconocido" y que se podría dedicar a hacer "algún ritual relacionado con el agua".

También han aparecido numerosas piezas relacionadas con la comida: un gran caldero, asadores o jarros, todo ello de bronce, lo que "llama mucho la atención, porque estamos en la primera edad del hierro y casi todo se hace ya en ese material".

Sin embargo, el bronce, según Celestino, "sigue siendo un metal que se dedica mucho al culto", al igual que el marfil y otros elementos "bastante suntuosos" que también han aparecido.

En el Turuñuelo se han hallado, asimismo, un centenar de piezas de cerámica "en un estado de conservación magnífico", lo que permite fijar claramente la fecha exacta de su fabricación, a finales del siglo V, ya que "las cerámicas griegas permiten conocer hasta los talleres donde se hacían en Atenas".

Sebastián Celestino ha explicado que la cerámica en aquella época venía de Grecia a través de Ampurias y luego se distribuía por toda la Península Ibérica, donde existían centros de distribución como la ciudad ibero romana de Cástulo, en Jaén; y probablemente el Turuñuelo, en Badajoz, ya que "el comercio siempre ha funcionado así".

En ese sentido, el director de la excavación considera que probablemente el resto de las edificaciones del yacimiento de Guareña tengan "un carácter más administrativo o de almacenes".

Las numerosas piezas aparecidas hasta ahora en el Turuñelo se han trasladado al Instituto de Arqueología de Mérida, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Junta de Extremadura, donde están siendo estudiadas y catalogadas.

Los bronces, sin embargo, para conservarlos mejor y que no se oxiden, se han llevado al Laboratorio de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, para su restauración y preparación antes de ser trasladados al Museo Arqueológico de Badajoz.

Mientras tanto, Sebastián Celestino y su compañera Esther Rodríguez, que dirige con él los trabajos en el Turuñuelo, buscan financiación para continuar con esta "costosa" excavación, financiada hasta ahora por la Junta de Extremadura en su primera campaña, con fondos Feder; y por el Ministerio de Economía y Competitividad, en su segunda, con las inversiones para I+D.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Las ventanas de Pompeya se hacían en Cuenca


Los análisis realizados por las universidades italianas de Módena y Reggio Emilia sobre diversos materiales que formaban parte de ventanas halladas en la ciudad de Pompeya han arrojado un curioso origen para éstos: la región de Cuenca. El llamado lapis specularis, que servía para cubrir los huecos de las ventanas dejando entrar algo de claridad antes de su sustitución por los panales de vidrio, procedía de las canteras de esta zona de Castilla, que hizo de la explotación de este material uno de sus principales fuentes de ingresos en época romana. Las casas romanas no contaban con grandes ventanales, pues estaban construidas de forma que dieran la espalda a la calle y se abrieran hacia grandes patios interiores. Sin embargo, sí existían pequeñas y medianas ventanas que permitían la iluminación de algunas estancias interiores, especialmente aquellas más importantes.

Aunque, como ha explicado el doctor Juan Carlos Guisado, presidente de la Asociación Lapis Specularis, este tipo de roca podía importarse también desde Anatolia o el norte de África, en el caso de Pompeya al menos se ha demostrado sobradamente que se traía el lapis specularis desde Hispania. Los resultados de estos análisis podrían suponer un respaldo fundamental para que las excavaciones en las minas romanas de Cuenca recibieran una mayor atención, y financiación, por parte de las autoridades españolas, así como para impulsar de forma definitiva su candidatura como Patrimonio de la Humanidad, un título que sólo puede otorgar la UNESCO.

sábado, 12 de noviembre de 2016

National Geographic:Creso de Lidia


«Rico como Creso» es un dicho que todavía hoy se usa en inglés, en referencia a la proverbial riqueza de quien fue el último rey de Lidia, en el siglo VI a.C. Su leyenda, de origen griego, es semejante a la que circulaba en torno al rey frigio Midas, quien había convertido el Pactolo, que pasaba por Sardes, en un río de oro al tocar sus aguas. Creso y Midas, que reinaron en distintas regiones de la actual Turquía, eran casos ejemplares de cómo la riqueza no aseguraba al ser humano una vida feliz.

Pero Creso no era un rico avaro, como Midas, sino un monarca generoso. Heródoto narra que antes de la batalla final contra Ciro de Persia, cuando éste invadió su reino, Creso «inmoló tres mil cabezas de todas las especies de ganado aptas para sacrificios y, además, levantó una enorme pira compuesta de lechos repujados en oro y plata, copas de oro, vestidos de púrpura y túnicas, y le prendió fuego con la esperanza de que estas valiosas ofrendas le otorgasen el favor del dios; asimismo, ordenó a todos los lidios que cada cual sin excepción sacrificara lo que pudiera».

A continuación, Creso ordenó reunir un gran tesoro para enviarlo como ofrenda al templo del dios Apolo en Delfos. Según la detallada descripción que hace Heródoto, incluía 117 lingotes de oro, cuatro de ellos de oro puro, con un peso de 65 kilos; la estatua de un león de 260 kilos de oro puro, montada sobre un pedestal de lingotes de oro blanco de 6.000 kilos; cuatro vasijas de plata, dos aguamaniles de oro y plata, jofainas redondas de plata, una efigie de oro de tres codos de altura, collares, ceñidores y dos enormes cráteras, una de oro de 221 kilos y otra de plata con una capacidad de 11.000 litros, que los sacerdotes delfios utilizarían a partir de entonces en las fiestas primaverales de las Teofonías de Apolo para mezclar el agua y el vino. Por último, Creso obsequió a cada ciudadano de Delfos con dos estáteros de oro, la primera moneda de oro.

El bárbaro más peligroso
Las fastuosas ofrendas de Creso al santuario de Delfos fueron tan sólo un aspecto de las intensas relaciones que mantuvo el rey lidio con el mundo griego. Su padre había llevado la frontera del reino al río Halys, sometiendo a Frigia a cierto vasallaje (probablemente consentido, como protección frente a las incursiones de cimerios y medos), y se había expandido por la costa egea, sometiendo Caria, región de la que procedía la madre de Creso y que éste gobernó siendo un joven príncipe. Cuando ascendió al trono, con 35 años, Creso prosiguió la política de sometimiento de las ciudades griegas; de ahí que el gran historiador griego Heródoto dijera de él que «fue el primero, que yo sepa, en iniciar actos injustos contra los griegos». Esta agresión sería la causa del castigo divino que se cernió sobre Creso, cuyo instrumento fue Ciro, el fundador del Imperio persa. Según Heródoto, Creso cometió el error de invadir Persia, pero Jenofonte opina que el rey lidio fue más bien el líder de una coalición de pueblos unidos para hacer frente a la expansión persa. En cualquier caso, la batalla del río Halys precipitó el fin del reino de Lidia y de su dinastía.

Para salvar la contradicción existente entre el hecho de que un monarca devoto de Apolo fuera derrotado por un rey aún más bárbaro, Heródoto forjó la historia del viaje de Solón de Atenas, uno de los Siete Sabios de Grecia, a Sardes, para entrevistarse con Creso; un encuentro imposible en la realidad histórica puesto que Solón murió en torno a 560 a.C., cuando Creso comenzaba su reinado. El monarca lidio, después de mostrarle sus tesoros, preguntó al sabio si había conocido a un hombre más feliz que él, y Solón mencionó a simples particulares que, habiendo vivido con riqueza suficiente para cubrir sus necesidades, murieron de forma honorable sirviendo a su patria bien en la guerra, bien en la religión. Ante la reacción molesta de Creso, Solón le explicó que no puede juzgarse a un hombre como feliz hasta el final de sus días. 

En efecto, poco después de la partida de Solón el rey de Lidia sufrió la pérdida de su hijo y heredero Atys, atacado por un jabalí salvaje durante una cacería. Cuando hacia el año 546 a.C. el victorioso rey persa lo condenó a morir en la hoguera, Creso recordó a Solón. Al oír la historia del sabio griego, Ciro decidió perdonar a Creso, lo incorporó a su corte e incluso siguió sus consejos en su guerra contra babilonios y masagetas.

El historiador Jenofonte también sitúa a Creso junto a Ciro, quien le daba lecciones sobre la importancia de ser rico en amigos leales en lugar de atesorar metales. Otro historiador, Ctesias, añade que Ciro otorgó a Creso el gobierno de la gran ciudad de Barene, cerca de Ecbatana, con cinco mil caballeros y diez mil soldados de infantería (versión ratificada por Justino, que habla de la ciudad de Beroe). Sin embargo el poeta Baquílides, quizá la fuente más cercana en el tiempo a los hechos, explicó en un poema que Creso se salvó de la hoguera gracias a una lluvia enviada por mediación del dios Apolo y se exilió junto con sus hijas en el país de los hiperbóreos, una región situada en el norte de Europa. Una crónica babilónica, la Crónica de Nabónido, sostiene en cambio que Ciro mató al rey de Lidia, pero la interpretación es dudosa.

Tesoros bajo tierra
Las múltiples historias que circularon en torno a la riqueza de Creso no son, en todo caso, simples tópicos o leyendas. Por ejemplo, cabe atribuir a los lidios una de las invenciones más duraderas y decisivas en la historia de la humanidad: la moneda. Ello ocurrió probablemente bajo el reinado de Aliates, el padre de Creso. Los lidios se habían especializado en la fabricación de electrum, una aleación de oro y plata obtenida mediante el refinado de las pepitas del río Pactolo, con elevados porcentajes de ambos metales. En un mundo en el que el oro y la plata habían adquirido un valor altísimo como bienes de cambio, el sello que Aliates puso a sus piezas de electrum supuso una garantía de calidad tal para el mercado de la época, que pronto todo Estado que se preciara incorporó su sello a los metales preciosos refinados en sus talleres metalúrgicos.

Por otra parte, las misiones arqueológicas en Sardes, desarrolladas por la Universidad de Princeton (1910-1922) y las de Harvard y Cornell (desde la década de 1950), han ratificado cuanto narran las fuentes literarias respecto a la riqueza del reino de Lidia. Se ha descubierto, por ejemplo, la refinería en la que los metalúrgicos de Sardes realizaban su trabajo de fusión y depuración de las pepitas recogidas en el lecho del Pactolo. Las primeras monedas con el símbolo del león datadas en época de Aliates eran de electrum, mientras que fue Creso quien estableció el sistema bimetálico emitiendo por primera vez monedas de oro y de plata.


Cabe suponer, igualmente, que los ajuares funerarios con los que se enterraron los reyes lidios debieron de ser fastuosos. De las dimensiones de las tumbas lidias da idea el túmulo del rey Aliates, en la necrópolis de Bin Tepeler; su circunferencia de 1.115 metros hace que pueda equipararse en grandiosidad a las pirámides egipcias, a las que incluso es probable que superara en riquezas. Aunque los túmulos de estos reyes fueron saqueados ya en la Antigüedad, se ha podido recuperar un espectacular ajuar lidio en la localidad de Usak, 130 kilómetros al este de la antigua Sardes. Sus 363 objetos, conservados actualmente en el museo de Usak, después de pasar no pocas peripecias, correspondían a una princesa lidia, pero su suntuosidad no deja de hacerle acreedor del nombre que se le dio en el momento de su descubrimiento: «Tesoro de Karun», denominación árabe de lo que sería para nosotros el tesoro de Creso.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Pompeya resucita su biblioteca de las cenizas


En Pompeya y Herculano el tiempo se detuvo el 24 de agosto del año 79 de nuestra era, cuando una erupción del Vesubio, sepultó a estas dos prósperas ciudades romanas. Debió ser terrible. Una negra fumarola se erigía desafiante hacia el cielo desde primera hora de la mañana. Dejaba caer sobre las calzadas de Herculano una especie de fango, mezcla de lluvia, cenizas y lava. Cubrió tejados y penetró por ventanas y rendijas. En Pompeya sucedió de forma análoga; un finísimo chirimiri de cenizas que nadie sentía lo cubrió todo. Después llovieron pequeñas piedras volcánicas y, por último, piedras pómez de varios kilos. La ciudad quedó envuelta en vapores de azufre que convirtieron el aire en algo irrespirable. La gente salía horrorizada de sus casas y muy pocos pudieron huir, algunos de ellos aún parecen retorcerse de dolor dos mil años después, cuando observas sus cuerpos petrificados -cual museo del horror- tras una cristalera a la salida del recinto arqueológico. Tuvo que suceder de forma repentina. Sus posturas, sus muecas de horror impresionan sobremanera por mucho que los arqueólogos insistan que se trata sólo de moldes obtenidos a base de rellenar los huecos de la lava que los calcinó.

Plinio el Joven nos legó el dramático relato de esta devastadora erupción en la que perdió a su tío, Plinio el Viejo, comandante en jefe de la flota romana del Miceno. Acudía con sus hombres a prestar ayuda a los malogrados habitantes del valle cuando perecieron en el puerto de Mesina, víctimas de las emanaciones tóxicas. Debió ser lo más parecido a un castigo divino: terremotos, el mar retirándose y dejando en seco un repertorio de criaturas marinas para regresar, después, en forma de un devastador tsunami. Todo transcurrió en unas pocas horas.

La Villa de los Papiros
Al noroeste de Herculano, próxima al mar y rodeada por un jardín cerrado por pórticos, se erigía la casa de Pisón, suegro de Julio César para más señas. La suntuosa villa acomodaba cuatro niveles dispuestos en una serie de terrazas con una amplia franja de jardines de verduras, viñedos y bosques, hasta una pequeña bahía. La casa del patricio no fue ajena a la voracidad del volcán. La que a la sazón fuera uno de los edificios más lujosos de Pompeya y Herculano, terminó borrada de la faz de la Tierra bajo 30 metros de cenizas... hasta que el 2 de mayo de 1750, Karl Jakob Weber la descubrió por casualidad. Y con el hallazgo llegó la sorpresa: La casa poseía una biblioteca con 1.785 rollos de papiro carbonizados. Los rollos habían sido almacenados cuidadosamente en estantes que cubrían las paredes de una enorme estancia. Nacía así la Villa de los Papiros pero, ¿qué contendrían?

Desenterrados entre octubre 1752 y agosto de 1754, fueron sometidos a los primeros intentos de lectura por el Príncipe de San Severo -con fama de nigromante- y Camillo Pederni, responsable de la creciente pila de antigüedades que se desenterraba en Herculano. Éste último escribió a un tal doctor Mead, de la Royal Society de Londres, solicitando ayuda. Al parecer, la curiosidad del rey Carlos III, entonces rey de Nápoles y amigo personal del príncipe de San Sevedro, era tal que ordenó abrir alguno de los rollos pero, eran tan frágiles que, al intentarlo, se reducían a cenizas.

Contemporáneo a Paderni fue Antonio Piaggio, un conservador del Vaticano que logró construir un estante del que, mediante hilos de seda, suspendía el papiro para que se desenrollara por su propio peso durante meses. Con cada intento la biblioteca de Pisón iba diezmándose pero, dado que los papiros constituían la única biblioteca del mundo antiguo que ha "sobrevivido", era importante descifrar su contenido. En la segunda planta del Museo Arqueológico de Nápoles se puede contemplar alguno de estos papiros junto al sistema desarrollado para extraer la información.

Durante el siglo XIX, científicos noruegos volvieron a intentar leer su contenido aplicando un adhesivo a base de gelatina que, cuando se secaba, permitía separar por capas los pergaminos. Aunque también se fragmentaban, mediante este rudimentario método, sin embargo, lograron desenrollarse completamente 585 papiros y otros 209 parcialmente. Otros 400 permanecen intactos y otros tantos -alrededor de 450- son tan difíciles de leer que su texto sigue siendo desconocido. Se cree que los rollos carbonizados podrían contener 30 diálogos perdidos de Aristóteles, la obra filosófica de Epicuro, poemas eróticos de Philodemus, poemas perdidos de Virgilio, trabajos científicos de Arquímedes y poesías de Safo.

Leyendo con Rayos X
A partir de entonces, los esfuerzos se concentraron en encontrar fórmulas que permitieran acceder al contenido de aquel tesoro bibliográfico sin destruirlo, y para ello, se utilizaron modernas técnicas de imagen multiespectro, con filtros infrarrojos y ultravioletas con la esperanza de acceder al mensaje oculto de los papiros.

262 años más tarde, un equipo de investigadores del Instituto de Microelectrónica y Microsistemas de Nápoles,  dirigido por Vito Mocella, asegura poder resolver el misterio gracias a una nueva técnica conocida como tomografía de contraste de fase de rayos X (XPCT), una técnica de imágenes de rayos X 3-D de uso común en medicina.

Los pergaminos fueron escritos con carbón, cuya densidad es casi  idéntica a la de los papiros carbonizados, lo que hace imposible distinguir la tinta del papiro utilizando técnicas de rayos X convencionales. Pero el equipo de Mocella ha superado este problema mediante la técnica de formación de imágenes de contraste de fase. Se basa en un rastreo de patrones en contacto con la luz. Ello permite distinguir distintas variaciones de intensidad y grabarlas en un detector posicionado a una distancia determinada. Las aplicaciones médicas de esta nueva técnica también permitirán ajustar mucho las imágenes de zonas del cuerpo de muy similar absorción de rayos X.

jueves, 10 de noviembre de 2016

ABC:Localizan un barco romano a 40 metros de profundidad junto Sant Feliu de Guíxols


El Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya de la Conselleria de Cultura de la Generalitat, en colaboración con la empresa Ictineu Submarins, ha localizado un barco romano imperial del siglo I después de Cristo a 40 metros de profundidad en las costas de Sant Feliu de Guíxols y Palamós (Girona).

Según ha informado la Conselleria de Cultura este miércoles en un comunicado, se tenían noticias del yacimiento, pero nunca se habían realizado trabajos arqueológicos.

El trabajo con el submarino Ictineu 3 ha permitido valorar el estado de conservación del barco, su interés científico y recoger datos necesarios para planificar una campaña de excavación arqueológica en un futuro.

La campaña se ha desarrollado alrededor del puerto de Sant Feliu de Guíxols y de Palamós, utilizados como base para una prospección que se enmarca en la Carta Arqueológica Subacuática en diferentes puntos de la costa del Baix Empordà.

El objetivo de los trabajos ha sido el de localizar yacimientos nuevos, no inventariados en la Carta arqueológica subacuática catalana, y relocalizar y revisar yacimientos ya conocidos, tanto para valorar su estado de conservación como la posibilidad de realizar campañas de excavación.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Esta es la peculiar razón por la que los egipcios se afeitaban la cabeza


En el antiguo Egipto, tanto hombres como mujeres solían afeitar sus cabezas, reemplazando su pelo por pelucas. Los hombres mostraban su cabeza afeitada, pero las mujeres siempre lucían pelucas.

El motivo de esta práctica era que traía grandes beneficios, en tanto el hecho de no tener cabello les permitía tolerar mejor el caluroso clima egipcio.

Pero también les permitía poder mantener la cabeza limpia y así evitar los riesgos de infecciones y enfermedades. La mayoría de las personas afeitaban su cabeza para evitar los piojos. Si bien se sabe que tenían remedios para los piojos, o no funcionaban o no les servía probar, por lo que se afeitaban para limpiar sus cuerpos.

Las tumbas de los gobernantes se dice que estaban infectadas de piojos, incluso expertos han deducido, por las liendres encontradas en sus antiguos peines, que estaban plagados de insectos en el cuero cabelludo.

Los egipcios también recurrían a afeitarse la cabeza cuando comenzaban a perder pelo a causa de la vejez. Y si bien era una práctica que todos o la gran mayoría hacían, seguían prefiriendo el cabello natural.

Pioneros en higiene corporal
Se dice que las mujeres y hombres del temprano Egipto fueron los pioneros en establecer el afeitado y la depilación como parte regular del aseo diario.

Se dice además que la práctica se creó debido a que los egipcios tenían una particular obsesión por la higiene corporal, incluso se dice que se bañaban varias veces al día.

A su vez los sacerdotes de Egipto consideraban que el pelo era vergonzoso e impuro y que se relacionaba con los bárbaros y los animales salvajes, y no con con la sofisticación de la avanzada civilización egipcia.

Para alcanzar esa pulcritud, afeitaban su cabeza, usaban cremas depilatorias o incluso frotaban su cabello con piedra pómez para removerlo.

Niños, hombres y mujeres lo hacían y usaban elaboradas pelucas hechas especialmente, con cabello natural o artificial y eran diseñadas para mantener la cabeza fresca.

El pelo corto por los hombros, no fue una solución porque era difícil de mantener limpio y no los protegía de los piojos.

Si bien los estilos de peinado de los egipcios variaron con el tiempo, la obsesión por el cuidado personal, la depilación y la pulcritud permaneció. 

martes, 8 de noviembre de 2016

National Geographic:Hallado el templo del foro romano de Llívia, en la provincia de Girona


El templo que presidía el foro de la ciudad romana de Iulia Libica, en Llívia, en la provincia de Girona, ha sido localizado por un equipo de arqueólogos de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y del Institut Català d'Arqueologia Clàssica. El foro romano descubierto en Llívia "es el único conocido ubicado en un valle pirenaico", según destaca la UAB en una nota de prensa.

Los resultados obtenidos durante la campaña arqueológica de septiembre y octubre confirman la existencia de un edificio de grandes dimensiones que estaba situado en el eje central del foro, sobre un podio que se elevaba dos metros por encima del nivel de una gran plaza porticada. En el interior del templo, en lo que correspondería a la cella o naos, se ha documentado un pavimento de opus signinum, con baldosas de pizarra y de mármol incrustadas, formando un rectángulo ante un basamento de obra sobre el cual se erigía la estatua de culto que presidía la cella. En las paredes de la cella, que era la cámara interior del templo, se conservan restos de los revestimientos pictóricos que la decoraban. También ha aparecido otro basamento de estatua de granito.

Los arqueólogos han encontrado numerosos fragmentos de mármol que fueron reutilizados en épocas posteriores como material de construcción. Entre estos fragmentos hay algunos que corresponden a estatuas monumentales de casi el doble de la escala humana. Los fragmentos son de mármol blanco de grano fino, probablemente mármol de Carrara, y destacan los siguientes: un trozo de rostro en el que se distingue un ojo y parte del cabello; una mano de grandes dimensiones con una sortija en un dedo y asiendo un objeto cuadrado; un gran busto con la parte delantera muy deteriorada, pero con el cabello posterior muy conservado, característico de la dinastía Julio-Claudia; y parte de una toga o de una túnica.

Jordi Guàrdia y Cèsar Carreras, los directores de la excavación, consideran que estas esculturas probablemente representaban a divinidades o a emperadores divinizados, presentes originalmente en la cella del templo. De los estudios estratigráficos y hallazgos realizados en campañas anteriores se deduce que el foro de Iulia Libica fue abandonado como tal en el siglo III d.C. y desmontado para reaprovechar los materiales nobles de su arquitectura.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Por qué la fabulosa copa de Licurgo desconcertó y luego asombró a los científicos


Todo en ella es fabuloso.

Desde las hojas de parra de plata dorada que adornan el borde y forman el pie de la copa, hasta las pequeñas esculturas de vidrio que representan varias escenas de la muerte de Licurgo, el mitológico rey de Tracia que perdió la vida por prohibir el culto a Dionisio, el dios tracio del vino.

Es un ejemplo excepcional, que data del siglo IV, de las que se conocen como copas de jaula o diatretum, pues las figuras de vidrio se entrelazan formando una suerte de jaula decorativa.
Las diatretas se cuentan entre los objetos de vidrio más técnicamente sofisticados que se produjeron antes de la era moderna.

Uno de los dos primeros expertos que la pudieron examinar en detalle en los años 50, David Benjamín Harden, la describió como "la pieza de vidrio más espectacular de ese período que conocemos".

Y, a medida que se fue conociendo mejor, más estupefactos dejaba a los científicos.
Les impresionaba la habilidad de los artesanos para crear un objeto tan exquisito, que incluso con las máquinas modernas requeriría de destreza y tiempo para reproducir.
Pero eso no era todo.

Los artistas romanos que la crearon hace más de un milenio y medio habían dejado un secreto en su interior, que se revelaba con un dramático cambio de color.
A veces se veía así:





El cambio dependía de la dirección de la luz.

Al alumbrarla por delante, su color es verde jade y opaco; por detrás, se torna rojo rubí translúcido... y varios tonos de esos dos colores en medio.
Perplejidad

Desde que el Museo Británico la adquirió en 1958, el misterio del color del cáliz milenario intrigó a los expertos.

No fue sino hasta 1990, cuando unos investigadores en Inglaterra examinaron con microscopios unos fragmentos del vidrio, que se descubrió que los artesanos romanos fueron unos pioneros de la nanotecnología.

Habían impregnado el vidrio con partículas de plata y oro que redujeron a 50 nanometros en diámetro, es decir, mil veces más pequeñas que un grano de sal.

Tal escala sólo da cabida a la perplejidad.

Particularmente porque simplemente añadir oro y plata al vidrio no produce automáticamente esa propiedad óptica única.

Para lograrlo, se requiere un proceso tan controlado y cuidadoso que lleva a que muchos expertos descarten la posibilidad de que los romanos hayan podido producir la asombrosa pieza por accidente, como sugieren algunos.

Es más, la mezcla tan exacta de los metales hace pensar que los romanos llegaron a entender cómo usar las nanopartículas.

Descubrieron que si le añadían metales preciosos al vidrio fundido lo podían teñir de rojo y producir unos efectos de cambio de color inusuales.

Pero, según los investigadores del estudio "La copa de Licurgo - la nanotecnología romana", era una técnica demasiado complicada para perdurar.

No obstante, siglos más tarde la maravillosa copa fue la inspiración para la investigación contemporánea de nanoplasmones.

Ese secreto que dejaron los antiguos romanos en un cáliz que honra al dios de la vendimia y el vino, inspirador de la locura ritual y el éxtasis, hoy en día es valioso, entre otras cosas, para diagnosticar enfermedades e identificar riesgos biológicos.