viernes, 10 de marzo de 2017

EL País:El Teatro Romano de Cádiz emerge del barrio más antiguo de la ciudad


Con la debacle del Imperio Romano, la entonces Gades no tardó ni medio siglo en fagocitar su otrora gran Theatrum Balbi. El teatro más antiguo y segundo más grande de la Hispania romana (con 10.000 localidades y solo por por detrás del de Córdoba) se convirtió en sillares de una cambiante ciudad. Para cuando Gades ya era la Qādis árabe, el graderío estaba ocupado por casas y huertas y el edificio de la escena se convirtió en material de acarreo para el Castillo de la Villa. Ahora que Qādis es Cádiz, aquel teatro es visible en el trazado de algunas calles del barrio medieval, el más antiguo de la ciudad, El Pópulo,  que se asienta sobre el monumento romano. Después de que el yacimiento reabriera el pasado mes de junio tras seis años de obras, un nuevo proyecto arquitectónico promete hacer más visible y presente en la ciudad aquel gran edificio.


 La Junta de Andalucía destinará 4.908.618 euros procedentes de los fondos europeos de la Inversión Territorial Integrada (ITI). Desde este año hasta 2020, el proyecto de rehabilitación y restauración se propondrá mejorar los accesos y reforzar la relación e integración del enclave con su entorno urbano. El objetivo es dar valor al yacimiento “desde el punto de vista cultural, patrimonial y turístico”, como ha resaltado la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, en el acto de presentación del proyecto celebrado el miércoles, al que asistió el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, y el alcalde de la ciudad, José María González.

De hecho, a juicio de Jiménez Barrios, las actuaciones posibilitarán “convertir el Teatro Romano en un tractor económico, además de en un referente cultural”. Y para conseguirlo, el equipo redactor del proyecto, dirigido por el arquitecto Francisco Reina, tiene claro qué hacer. Como ha explicado Aguilar, en estos cuatro años, las obras se dividirán en distintas fases que harán compatibles los trabajos con las visitas al espacio cultural.

“La esencia del barrio del Pópulo está en el teatro. Está fosilizado bajo los edificios y traslada su geometría al nivel superior. Desde que se descubrió en 1980, las actuaciones buscaban el edificio, ahora lo que se pretende es que el teatro y el barrio se encuentren”, ha detallado Reina. Este acercamiento empezará desde el inicio de la visita, ya que la primera fase de las obras busca recuperar el acceso principal occidental del edificio del siglo I a.C. En las obras inauguradas el pasado año ya se detectó que dicha entrada se encuentra bajo la Posada del Mesón, un interesante ejemplo de arquitectura popular del siglo XVII.

La idea es convertir este inmueble en punto de entrada para la visita del teatro. Para ello, se habilitará la crujía oeste del edificio, ya excavada, para acceder a la galería que recorre el interior del graderío que hoy está a la vista. Las actuaciones en la Posada del Mesón, permitirán también visualizar más zonas de la grada y orchestra. La rehabilitación del inmueble del XVII aumentará el centro de interpretación con la incorporación de espacios expositivos, biblioteca, sala de investigadores y una azotea con cafetería desde donde se podrá contemplar el 30% del teatro que ya está excavado. Los trabajos en esta zona tendrán un plazo de ejecución de 24 meses y contarán con una inversión de 2.210.234 euros.

Con los 2.471.824 euros restantes (y otros 24 meses de obras) se avanzará en la recuperación del graderío excavado, muy deteriorado en la actualidad, que “quedará preparado para la celebración de espectáculos”, según ha explicado Reina. En esta segunda fase, se trata de asomar la fachada del edificio en la zona de las gradas, que coincide con el actual paseo marítimo del Campo del Sur. Para ello, se restituirá el tramo desaparecido de la ‘cavea media’ que actuará como cerramiento del edificio y donde se integrarán las subestructuras arqueológicas, pertenecientes a la antigua fachada romana. Con esta nueva piel, el monumento se hará visible en su cara marítima y recuperará la visibilidad perdida en una simbiosis entre el Popúlo y su teatro que dura ya más de 2.000 años.