domingo, 30 de abril de 2017

La Vanguardia:Aparece un pequeño tesoro romano bajo un viejo cuartel


Miden algo más de 12 centímetros. Son dos refinadas cabezas de mula esculpidas en bronce y con toques de plata que decoraban lo que debía ser un lujoso lectus triclinaris, la típica cama con respaldos en los laterales que los romanos usaban en sus banquetes. En este solar que ocupaba el antiguo cuartel de la Guardia Civil de Tarragona –y donde está previsto construir treinta viviendas– los arqueólogos han localizado cuatro grandes habitaciones de lo que debió ser una espléndida residencia de Tarraco. También han hallado restos de cerámica de piezas de vajilla, de ánforas y otras pequeños objetos como un anillo.

La joya de la corona de esta primera fase de la excavación son las dos cabezas de mula, de gran realismo y en actitud dinámica, que coronaban la estructura de la cama. “Hay piezas similares documentadas en la zona del Vesubio, pero no en la península Ibérica”, explica la directora de la excavación, Judit Ciurana. El hallazgo se produjo hace un par de meses. “Destaca su gran calidad técnica y artística, es un trabajo minucioso en bronce fundido a la cera perdida, con detalles de plata adosada en los ojos o en los collares de la mula”, explica Pau Arroyo, que ha restaurado las dos piezas. El símbolo de la mula está ampliamente documentado en la decoración de estas camas y en la iconografía dionisiaca. Tanto los sátiros Silé como Dionisio aparecen cabalgando mulas y los romanos atribuían a estos animales unos comportamientos sexuales extraños y un carácter juguetón, cosa que encaja con el ambiente dionisiaco. “Las dos piezas se encontraron en una habitación que por laguna razón quedó abandonada, y aparecieron sin ningún otro objeto relacionado”, explica la arqueóloga, que sitúa las piezas entre el siglo I a. C y el I d.C.

A unos dos metros bajo la superficie se han localizado cuatro estancias, dos de ellas con restos de pavimento hidráulico. “No hemos encontrado el patio central de la casa, porque la estructura sigue por debajo de los edificios actuales”, apunta Ciurana. También se han hallado un espacio con pilares que podrían aguantar la estructura de madera de la cubierta y una zona funeraria, probablemente del s. III –hallazgo que se hizo público en enero– con el esqueleto de un joven. El descubrimiento obligará a adaptar el futuro edificio para conservar el yacimiento.

La concejal de Patrimonio, Begoña Floria, explicó que las dos piezas podrán verse del 2 al 5 de mayo en horario matinal en el Museu d’Història de la Ciutat. Luego se entregarán al Museu Nacional Arqueològic de Tarragona.