viernes, 7 de julio de 2017

Las ánforas del taller romano de Lobos revelan vínculos con Cádiz


Los arqueólogos que trabajan en el taller romano de púrpura descubierto en el islote de Lobos consideran que los vínculos de este enclave de Canarias con la bahía de Cádiz en los siglos I a.C. y I d.C. debieron ser "muy fuertes", a la luz de las ánforas que se han encontrado en el yacimiento.

Así lo aseguró Darío Bernal, profesor de Arqueología de la Universidad de Cádiz, durante una visita a las excavaciones, reanudadas hace una semana por un equipo coordinado por la Universidad de La Laguna (Tenerife), el Organismo Autónomo de Museos de Tenerife y el Cabildo de Fuerteventura.

Los estudios de las ánforas y restos de vajilla encontrados durante las cuatro campañas de excavación en Lobos, después de que en 2012 un turista hallara un trozo de cerámica sobre una montaña de jable (arena), han permitido documentar su procedencia en Cádiz.

El arqueólogo recordó que la bahía de aquella ciudad, la Gades romana, fue "uno de los puertos más importantes del Mediterráneo occidental" y destacó que la cerámica que aparece en Lobos, sobre todo las ánforas, "proceden de talleres de Cádiz" por la tipología y pasta con la que se fabricaron.

El momento en el que se documenta el yacimiento de Lobos, en la playa de La Calera, coincide con "una importante época romana, cuando se produce la pacificación de Hispania", remarcó Bernal.

Según el especialista, estas ánforas se llenaron de garum (salsa de vísceras y sangre de pescado muy apreciada por los romanos) y se llevaron a Lobos para el consumo de la población que trabajaba en el taller de púrpura. "Y da la impresión de que fueron gaditanos o un grupo de ellos los responsables de la actividad que aquí se desarrollaba", añadió.

A juicio de este experto, "Lobos 1" es un taller de púrpura, un lugar de explotación de recursos marinos "importante" que denota "la habitual frecuentación de esta zona del archipiélago por los romanos".

Por su parte, la catedrática de Arqueología de la Universidad de La Laguna, María del Carmen del Arco, adelantó que durante los trabajos de este año "se ha abierto un nuevo espacio en el yacimiento Lobos 1 que se configura como área de manufacturación especializada en la púrpura y, junto a ella, un espacio doméstico".

A lo largo de estos días se han encontrado restos de alimentación, como huesos de cabras, que aparecen despiezadas, junto a material cerámico de manufactura romana sin que hasta el momento haya aparecido huella de los mahos, los antiguos pobladores de Fuerteventura.

Una de las sorpresas para el equipo de arqueólogos ha sido el hallazgo de una estructura, con una forma aún sin definir, que pudo haber funcionado como horno, con un ánfora embutida que podría servir de respiradero.

Del Arco reconoció que aún existen incógnitas en cuanto a cómo los trabajadores del taller se podían proveer de agua para el consumo, al no tener aún constancia de aljibes en la zona.