jueves, 14 de diciembre de 2017

National Geographic:El escaneado de 4 momias egipcias de Qubbet el-Hawa revela sus secretos


Cuatro momias de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, situada justo enfrente de la moderna ciudad de Asuán, han sido examinadas con un escáner de última generación en el Hospital Universitario de Asuán: dos momias completas del período tardío de Egipto con sus vendajes intactos y unos espectaculares sudarios de cuentas de fayenza de múltiples colores; y dos momias mucho más antiguas, una de finales del III milenio a.C. y la otra de comienzos del II milenio a.C., en torno al 1950 a.C., con vendajes pero con reducidas osamentas. El estudio de las momias ha sido realizado por la Universidad de Asuán y en estrecha colaboración con el Proyecto Qubbet el-Hawa de la Universidad de Jaén, según informó esta última universidad el jueves pasado.

La avanzada metodología empleada no ha sido invasiva y ha permitido estudiar con detalle la totalidad de las momias, mucho mejor aún que con los métodos tradicionales, que siempre conllevan una pérdida de la integridad del paquete funerario, con destrucción al menos parcial de los vendajes y de parte de la momia. La reconstrucción mediante un software específico de la Universidad de Granada ha permitido conocer el rostro y los detalles más pequeños de las momias del período tardío de Egipto: una de un niño llamado Hor-udya, quien murió aproximadamente a los nueve años de edad, cuando aún no se había completado la dentición definitiva; y otra de una joven llamada Dedusatet, quien falleció aproximadamente a los 25 años de edad. Dedusatet era de tipo negroide, poco robusta, en vida sufrió diversas carencias nutricionales y, además, presentaba un desgaste muy acusado de los dientes. Ambos individuos probablemente murieron de un proceso infeccioso agudo, según los antropólogos físicos del equipo.

El estudio de las momias más antiguas, que muestra la evidencia de un cáncer de mama en una mujer y de un mieloma múltiple en un hombre, ha permitido confirmar el diagnóstico con precisión y verificar que estas enfermedades, los dos casos más antiguos que se conocen hasta ahora en el mundo, ya formaban parte de la vida humana en unas épocas tan remotas. También se ha podido constatar que hubo diferentes métodos de momificación en la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en la frontera sur del Egipto faraónico, y que sólo las momias del período tardío encajan con las descripciones que recogió el historiador griego Heródoto en el siglo V a.C.